Comprende el corazón, el tracto gastrointestinal, la cavidad nasal, la faringe, la nasofaringe, la laringe, la tráquea, los bronquios, los bronquiolos y los alvéolos. Cada organismo vivo está animado por una fuerza vital llamada Prana. Esta fuerza primal de la vida es indispensable para todos los movimientos en la célula, los sistemas corporales y el cuerpo físico. El ritmo de la respiración influye en nuestros pensamientos y emociones. La respiración lenta y consciente trae oxígeno a nuestra sangre, regenera los tejidos corporales, ralentiza el proceso oxidativo de las estructuras celulares y apoya la longevidad. La fuerza vital o energía Pránica, estimula el fuego digestivo en el estómago y participa en la transformación de los alimentos en energía que en forma de sangre oxidada, nutre todas las células corporales, tejidos y órganos. La mayoría de las enfermedades respiratorias incluyendo la influenza son causadas por la acumulación de flema en el estómago. En el caso de enfermedades agudas similares a la gripe, la enfermedad suele ir acompañada de aumento de la temperatura o fiebre y disminución considerable del apetito. Este es un principio natural del cuerpo defensivo que activa el sistema inmune para una mayor actividad. Evitar los alimentos en el momento de la enfermedad aguda permite que el fuego digestivo elimina la infección más rápido. La ingesta suficiente de líquidos calientes es importante ya que tienen un efecto desintoxicante natural. El agua fría no es aconsejable, ya que produce toxinas y debilita el proceso de digestión.
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Vías respiratorias
Las vías respiratorias comienzan en la nariz, siguen por la nasofaringe, la laringe, el tubo respiratorio, los bronquios, la tráquea y terminan en las cavidades pulmonares. Todo organismo vivo está imbuido del aliento de la vida, que se denomina prana. Esta energía vital es esencial para todos los movimientos de las células, los sistemas corporales y todo el cuerpo físico.