Una dieta (ahara) y un estilo de vida (vihara) adecuados son parte integrante de la terapia ayurvédica para corregir el equilibrio psicosomático alterado del cuerpo y son esenciales para mantener nuestro equilibrio constitucional individual de los tres doshas que garantiza nuestra salud.
Alimentación ayurvédica
La dietoterapia ayurvédica (ahara) consiste en la preparación y el consumo conscientes de alimentos adecuadamente elegidos que estén en armonía con nuestra constitución doshica. Dichos alimentos se convierten entonces en nuestra medicina, que afecta profundamente al estado de nuestra salud física, mental, emocional y espiritual. Por lo tanto, es muy útil seguir la acción de los seis sabores (dulce, ácido, salado, picante, amargo y astringente) y respetar algunos principios prácticos:
- no comer en exceso
- no beber zumos de fruta durante las comidas
- no beber agua fría
- no comer antes de las 7 de la mañana ni después de las 7 de la tarde
- ser consciente de las combinaciones de alimentos adecuadas
- comer en un sitio tranquilo y agradable
Recomendaciones para la dieta de las personas con predominio de vata dosha
Recomendaciones para la dieta de las personas con predominio de pitta dosha
Recomendaciones para la dieta de las personas con predominio de kapha dosha
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Tipos básicos de dieta según el Ayurveda
El Ayurveda divide los alimentos en sátvicos, rajásicos y tamásicos según su efecto sobre la psique humana. Cada alimento se caracteriza por una de estas tres cualidades cósmicas (gunas).
- Sattva es la cualidad de la luz, el conocimiento y la armonía.
- Rajas representa la energía, el movimiento y la actividad constante.
- Tamas representa la oscuridad, la inactividad y el sueño.
Las personas que comen principalmente alimentos sáttvicos naturalmente dulces, como arroz, cebada, boniatos, lentejas rojas o amarillas, verduras, frutas, frutos secos, leche, queso, sirope de caña y miel, son amables, tranquilas, optimistas y llenas de brío.
Las personas en cuya dieta predominan los alimentos fermentados y fritos, junto con ingredientes picantes, salados y ácidos como el curry, la guindilla, las judías, la sal, la pimienta, las verduras encurtidas, el vinagre, la nata agria, el café, la coca-cola y el té negro o verde, son propensas a la irritabilidad, el nerviosismo y la impaciencia.
Las personas que favorecen una alimentación tamásica con predominio de sabores amargos y astringentes como la carne, el pescado, las setas, los huevos, la cebolla, el ajo, el alcohol o las sobras de la comida de ayer, y que buscan dulces a base de azúcar refinado, productos lácteos, yogures y helados, son propensas a la fatiga, el abatimiento y los estados de ánimo pesimistas.
Es aconsejable ajustar adecuadamente la dieta en función de los cambios de estación. En otoño e invierno (estación vata dosha), debemos preferir alimentos y bebidas calientes y una dieta más saciante y grasa. Es bueno comer más alimentos dulces, ácidos y salados y menos amargos y astringentes. Evita los alimentos secos y crudos. En la estación calurosa del verano (estación del pitta dosha), el poder de la digestión disminuye y, por lo tanto, tenemos menos hambre o no tenemos apetito. Es bueno elegir alimentos fríos, frutas y ensaladas de verduras. Es bueno dar preferencia a los sabores dulces, amargos y astringentes y evitar los alimentos ácidos y picantes. En primavera (estación kapha), prefiera una dieta ligera y seca. Elija alimentos y bebidas calientes. Es bueno comer alimentos picantes y preferir los sabores amargos y astringentes a los ácidos y salados. Esto favorece el importante proceso de desintoxicación primaveral. Se recomienda limitar los dulces.
Estilo de vida ayurvédico
La terapia del estilo de vida saludable (vihara) es el medio más natural y la llamada “vía intermedia” para alcanzar el equilibrio físico y mental. No significa suprimir las propias necesidades, sino aprender a controlarlas y a vivir de acuerdo con la propia naturaleza constitucional y la guía interior de nuestra alma (atman), que es la esencia misma de la vida y la verdadera fuente de nuestra capacidad de curación.
Por eso, si podemos incorporar el yoga y la meditación a nuestra rutina diaria, nos ayudará a percibir la guía interior de nuestra alma. Una práctica regular de meditación puede incluir posturas corporales (asanas), ejercicios de respiración, repetición de mantras o visualizaciones diseñadas para calmar y aquietar nuestra mente, de modo que podamos sentir paz, amor y compasión en el centro de nuestro corazón, en el centro del pecho (anahata chakra). Sin meditación u otros rituales espirituales según las prácticas religiosas o culturales tradicionales, nuestras vidas no tienen un trasfondo real de seguridad interior, estabilidad, autoconfianza y equilibrio.
“Más pequeña que lo más pequeño, más grande que lo más grande, el alma respira en el corazón oculto del hombre” - Kathopanishad
La medicina ayurvédica apela principalmente a la prevención consciente y a un estilo de vida saludable, porque el origen de la mayoría de las enfermedades se oculta en un setenta por ciento en un estilo de vida inadecuado, que provoca trastornos de los doshas individuales. Las alteraciones del equilibrio constitucional son siempre más fáciles de tratar en sus fases iniciales que en sus fases avanzadas, cuando empiezan a manifestarse en forma de diversas enfermedades. Por lo tanto, el éxito de la terapia ayurvédica depende principalmente de llevar una dieta adecuada y también de nuestra voluntad de cambiar algunos de los hábitos y estereotipos existentes en nuestra vida cotidiana, que a menudo son la raíz de nuestros problemas de salud.
El modo de vida moderno actual contribuye significativamente a la alteración de nuestro equilibrio doshico, porque estamos constantemente expuestos a situaciones que provocan sentimientos de preocupación, miedo, inseguridad o agresividad. Una dieta inadecuada o combinaciones inapropiadas de alimentos, el consumo de alimentos cárnicos o fritos, grasas e hidratos de carbono, el alcohol, el café o el consumo de productos del tabaco y drogas químicas perturban el equilibrio de los tres doshas. La preferencia por las altas velocidades en la conducción o el deporte y los viajes constantes en coche o avión provocan una agitación nerviosa que aumenta el vata dosha.
El uso excesivo de las redes sociales, ver noticias, información y anuncios en internet o en los medios de comunicación de masas, por su naturaleza coercitiva y forma subliminal de persuasión, afecta al libre albedrío del individuo y a su pensamiento y toma de decisiones. La propagación de noticias mayoritariamente negativas y unilaterales en los medios de comunicación y la transmisión directa de conflictos y violencia aumentan vata y pitta dosha y estimulan emociones instintivas de hostilidad, inseguridad y miedo. El énfasis en los valores materiales del dinero, las posesiones, el éxito y el poder anula la necesidad natural de desarrollar activamente los aspectos espirituales de la vida.
La vida cotidiana de nuestra civilización se rige únicamente por las herramientas económicas convencionales, que incluyen la creación de escasez, demanda y estímulo, el aumento de la eficiencia del trabajo, el beneficio y la recompensa, y la producción de entretenimiento para los momentos de ocio, comodidad y relajación. Por eso a menudo experimentamos sentimientos de sobresaturación, inquietud mental, vacío mental, frustración e insatisfacción. Por lo tanto, necesitamos volver a las raíces de la naturaleza espiritual de la vida y tomar medidas correctivas básicas en forma de ajuste de prioridades y una rutina diaria adecuada (dinacharya) para llevar la vida a un equilibrio natural en forma de salud física y mental.