Ha llegado la hora de cambiar
El estrés es un mecanismo de defensa del organismo en situaciones de crisis de la vida. En momentos de amenaza, desencadena un aumento de la producción de hormonas que nos ayudan a reaccionar inmediatamente ante la situación bajo el lema "lucha o huye" de acuerdo con nuestra constitución. Si consideramos el estrés no sólo como algo perjudicial, sino también como una señal de alarma útil que nos indica la necesidad de introducir cambios en nuestra vida, podremos prevenir sus efectos negativos.
Los factores de estrés
Los sentimientos de estrés son desencadenados por muchos factores cotidianos como: mañanas agitadas, atascos de tráfico, conducción agresiva, relaciones conflictivas, miedo, un supervisor desagradable, tareas laborales acumuladas, presión de tiempo, exceso de trabajo o síndrome de burnout (síndrome del trabajador quemado). Provocan trastornos digestivos y metabólicos, pérdida de peso, fatiga y agotamiento, disfunción de los sistemas cardiovascular, nervioso y reproductor, debilitamiento de la inmunidad, espasmos musculares y rigidez musculo-esquelética. El estrés excesivo provoca irritabilidad, dificultad para comunicarse y sensación de no ser comprendido. He aquí siete sencillos consejos para gestionar mejor el estrés y relajarse de forma saludable:
- Ralentiza tu siempre ajetreado ritmo de vida.
- Presta más atención a ti mismo, aprende a relajarte y duerme bien.
- Prepárate un baño caliente.
- Cuida tu piel y frótala con aceite de sésamo.
- Regenera tu cuerpo con meditación, ejercicio, deporte o tiempo en la naturaleza.
- Lee libros que te inspiren.
- Comparte momentos tranquilos con gente que te comprenda.
Lea más en nuestro artículo Estrés y emociones negativas: consecuencias y consejos desde la perspectiva del Ayurveda.
Armonía de opuestos
Según los antiguos textos ayurvédicos, todo el universo y la dinámica de su creación se basan en la interacción constante de los opuestos. Detrás de toda la existencia de la vida está el poder de las tres cualidades cósmicas (sattva, rajas, tamas) de las que se derivan las veinte cualidades básicas (gunas). Éstas se dividen en diez pares opuestos (frío-caliente, estático-movimiento, seco-graso, opaco-agudo, pesado-ligero, blando-duro, áspero-suave, liso-rugoso, líquido-sólido, oscuro-brillante) que influyen en nuestros sentimientos y pensamientos. Su equilibrio o desequilibrio afecta a nuestro estado físico y mental general. Los factores o situaciones estresantes aumentan significativamente algunas de las cualidades opuestas y provocan así nuestras reacciones, que a su vez desequilibran nuestra balanza. El método más eficaz para reducir el estrés es eliminar conscientemente sus factores y causas. Aun así, cada día estamos expuestos a factores estresantes que no podemos controlar ni eliminar. Por lo tanto, tenemos que conseguir que nuestra constitución psicosomática (vata, pitta, kapha) alcance un equilibrio natural para reforzar la resistencia general del organismo.
Equilibrio constitucional de las tres doshas
Cada persona tiene su combinación innata individual de doshas. Su desequilibrio permanente o desviación significativa está causado por hábitos y estereotipos incorrectos, una dieta poco saludable, una combinación equivocada de alimentos, la supresión de necesidades, la inestabilidad emocional y psicológica, la frustración y el pensamiento negativo. Estas causas producen sustancias tóxicas de desecho (ama) que se almacenan en los tejidos corporales y provocan una alteración del equilibrio de las tres energías biológicas (doshas). Si podemos determinar nuestra constitución psicosomática (prakrti) y también reconocer nuestro desequilibrio doshico actual (vikrti), entonces podremos comprender mejor dónde residen nuestras debilidades y tendencias. Entonces podremos proceder eficazmente a realizar cambios en nuestra dieta y estilo de vida para poder mantener una buena salud, que se manifiesta en apetito moderado, buena digestión, eliminación regular, voz clara, ausencia de dolor, sueño reparador, buena apariencia, estabilidad mental, energía, resistencia, entusiasmo, ecuanimidad, paz y compasión.